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Nací en Sofía, capital de Bulgaria, hace ya más de 80 años. Llegué pequeño a Venezuela y usurpé la nacionalidad de acá, lo cual me ha valido mucho. He sido guerrilero, profesor universitario, diputado, ministro, candidato a presidente, editor de periódicos y hasta mujeriego, padre y abuelito...

miércoles, 29 de junio de 2011

Teodoro Petkoff salvó de la cárcel a Hans Neumann

Las primeras instalaciones de Corimon
estuvieron ubicadas en La Guaira
La historia de Corimon o de Pinturas Montana es la historia de los hermanos Hans y Lotar Neumann Haas.

Nacidos en Praga de origen judío, llegaron a Venezuela en 1949. Fue titánica la primera empresa de los Neumann, desenvolverse en Caracas sin conocer el idioma y con muy pocos paisanos por estas tierras.
Ambos, con sus títulos de ingenieros químicos en el equipaje, venían huyendo de la falta de libertades económicas, principal característica del régimen comunista que imperaba en Checoslovaquia, la tierra que los vio nacer.




Arthur Broslat montó toda
la ingeniería financiera
que dejó rico a los directivos de Corimon
y en la quiebra a sus accionistas y trabajadores
 No eran los primeros de la familia en abandonar la patria, ya un tío paterno, Barton Neumann, con esposa e hijos, había tocado suelo venezolano para después emigrar a los Estados Unidos, donde echó raíces. Sin embargo, Hans y Lotar prefirieron apostar a quedarse. Y tuvieron mucha visión. Para 1962 ya contaban con un complejo de nueve industrias.

Cuando Los Neumann llegaron a Caracas, la familia Petkoff-Malek: Petko, Ida, Teodoro y los gemelos Luben y Milko, vivían en la Urbanización Los Ravelos, entre lo que hoy se conoce como Chacao y Campo Claro.

El cabeza de familia de Los Petkoff se había desempeñado como químico en el Ministerio de Fomento. Hans, Lotar y Petko, judíos con la misma profesión, coincidieron en la ciudad de los techos rojos. Los checos contaban con las habilidades y recursos para montar una industria.

El búlgaro conocía a perfección la permisería industrial y ya había incursionado con su propia industria en el mercado local, también conocía a perfección los sistemas de financiamiento. Muchos aspectos en lo social, laboral y comercial originaron una relación casi familiar entre estos inmigrantes.

Con el caso Corimon, por tercera vez la dinastía Neumann perdía sus medios de fortuna. La primera fue en 1939, cuando los nazis invadieron Checoslovaquia. Esto tuvo graves consecuencias para la familia, cuyos orígenes judíos les costó perderlo todo. La segunda oportunidad se remonta a 1945, cuando los comunistas rusos sometieron a los checos. Historias estas que inspiraron y financiaron los primeros libros de Teodoro.

Philippe Erard, yerno de Hans Neumann
manejó la quiebra de Corimon a su antojo
En 1992, la Corporación Industrial Montana inició una carrera suicida hacia la internacionalización de sus operaciones, lo cual en un par de años terminó con el embargo del complejo químico. En 1996, afortunadamente para los Neumann, Teodoro estaba en el poder. Todas las circunstancias que en un país capitalista serio hubiesen llevado a la cárcel o al exilio a Hans y a Philippe Erard, yerno y heredero de Lotar, fueron manejadas desde el gobierno por Petkoff.

Fue muy efectiva la actuación del búlgaro. Logró salvar muchos de los bienes de la familia Neumann, cuya propiedad sobre Corimon se había
“inteligentemente mermado”, no sólo por la quiebra técnica, sino porque antes de hacerse público el desastre, éstos y el resto de sus directivos vendieron un buen lote de acciones, ADR y GDR, viveza que, como ya apuntamos, en otros países se paga con cárcel por el manejo indebido de información privilegiada.

La asesoría de Moisés Naim fue
clave en la quiebra de los Neumann
Teodoro se encargó de encubrir los negocios de Philippe Erard, las asesorías de Moisés Naím y Ramón Piñango, del Iesa, y la mano ejecutora de Arthur Broslat, vicepresidente de finanzas de la corporación. Gestión que, en su conjunto, resultó ser para estos checos más devastadora y violenta que las dos guerras mundiales.

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