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Nací en Sofía, capital de Bulgaria, hace ya más de 80 años. Llegué pequeño a Venezuela y usurpé la nacionalidad de acá, lo cual me ha valido mucho. He sido guerrilero, profesor universitario, diputado, ministro, candidato a presidente, editor de periódicos y hasta mujeriego, padre y abuelito...

jueves, 23 de junio de 2011

Tal Cual: ¡Hola, Hugo..! Chao Hugo



En el primer editorial de Tal Cual, titulado: ¡Hola, Hugo!, Petkoff mostró sus vísceras: “Aquí estamos, otra vez. Creyeron que nos iban a callar. Bueno, no pudieron. En tres meses montamos Tal Cual. Es fruto de la voluntad indomable de no rendirse ante la fuerza bruta ni ante las trapacerías mafiosas de tu amigo Miquilena. Según dijo públicamente Arias Cárdenas, te sentiste muy molesto por lo que hizo “Don” Luis con El Mundo (perdona ya sé que lo quieres mucho y tú fuiste quien le clavo ese apelativo, pero, quieras que no, ese es un don entrecomillado) Admitamos que es verdad; te sentiste molesto. Pero no hiciste nada. Callaste, es decir, otorgaste, también es tuya la responsabilidad”.




Una crítica acérrima y personalizada a Chávez. Un pretexto convertido en pasquín. Un politiquero devenido en periodista. Una manera burlona para dejar por sentado que jamás desaparecería del ámbito político.


La obsesión de Petkoff por Chávez es descomunal, ego y venganza. Incluso, el nombre utilizado para darle personalidad jurídica a Tal Cual está compuesto con frases tomadas del propio Presidente: La Mosca Analfabeta, hace alusión a la frase “águila no caza mosca”; y al señalamiento de que “Mario Vargas Llosa es un analfabeta”.


Se trata de un folletón pensado y utilizado para única y exclusivamente atacar al Presidente ¿o defenderse Petkoff? Un análisis morfológico de Tal Cual, realizado por Luis Eduardo de San Martín Rodríguez, demuestra que son predominantes las reseñas negativas referentes al Jefe de Estado en comparación con el resto de las informaciones referente a otros protagonistas sociales. Y, por si fuera poco, son los editoriales, es decir, la opinión altamente subjetiva, los encargados de marcar la pauta.


Tal Cual ha dado muestras de ser un medio opositor a ultranzas, de violar toda ética periodística, en sus editoriales, artículos, noticias y fotomontajes en portada, como aquel donde gráficamente se sustituyó una rosa por una pistola en manos del Presidente.


Para el momento de su lanzamiento, Tal Cual contaba con siete clientes o anunciantes, de esos a los que Teddy una vez aconsejó aplicar las tenazas de la inversión publicitaria a los medios incomplacientes. Entre las novedades ofrecidas por Zapata, asesor editorial del diario y mano derecha de Petkoff, estaba una edición especial los viernes con lecturas de "fin de semana". Ese día el periódico crecería de 32 a 40 ó más páginas con un cuerpo adicional de investigaciones especiales y creaciones literarias.


Para la plaza, o tárget, se pensó en los 150 mil lectores politizados de clase media que sólo tenían, y en nuestra opinión siguen teniendo, a El Mundo como única opción impresa para informarse al final del día. Era parte del reto planteado. La distribución del vespertino cayó en la flota de El Nacional, “durmiendo con el enemigo”. Inicialmente tendría presencia en toda el área metropolitana, las capitales del interior y algunas segundas ciudades en cada estado.


El primer equipo de Tal Cual estaba conformado por 20 periodistas, con Juan
Carlos Zapata en la jefatura de redacción; Róger Santodomingo en la coordinación de las páginas de política; Oswaldo Barreto (reconocido cleptómano, pirata aéreo y atracador de bancos) en la coordinación de la opinión; seguidos por Doménico Chiappe en economía; Marcos Salas en espectáculos; José Roberto Duque (yerno del también periodista Miguel Salazar) en ciudad; Aixa Sánchez en cultura; Daisy Argote en internacionales y Orlando Luna en la edición gráfica (aunque el diseño fue creación del ex masista Eduardo Orozco). Todo por sólo 250 bolívares el ejemplar. Comercialmente un suicidio. Bueno, en realidad ha sido siempre un subsidio, aunque Zapata se rasgaba las vestiduras al afirmar. “Esto es un buen negocio”. Claro, él nunca puso un centavo.


Petkoff criticó duramente
a su compinche  Pedro Carmona Estanga,
porque no lo tomó en cuenta despúes
de dar el golpe del 11 de abril
El 12 de abril de 2002, Tal Cual tituló su editorial: “Chao, Hugo”. Teo dio por aniquilado al personaje que más ha estremecido sus entrañas y esfínteres. Pero ya en horas de la tarde, dos cosas lo hicieron reaccionar: los golpista, quienes le dejaron a un lado (a pesar de haber formado parte activa de la conspiración); y el país que abandonó hace muchos años. En horas de la noche, como quien no quiere la cosa, pero al tanto de las protestas populares en la Redoma de Petare, 23 de Enero, Plaza Catia, El Valle, corrió al programa de TV de César Miguel Rondón (un locutor ultraderechista con voz fúnebre, complejo de analista político y apodado el nerd de la salsa). Allí se rajó. Se desdijo. Llamó dictador a Carmona Estanga. Afirmó haber sentido “ganas de vomitar, viendo a esa partida de hijos de puta creyéndose dueños del país”.


¡Qué bolas!, no lo habían tomado en cuenta. Faltó un hijito de puta en la fiesta.


No obstante, las acciones dicen más que el culípandeo. En diciembre de ese año, Tal Cual se sumó a la orquestación del sabotaje petrolero. Dos meses negados a prestar servicios publicitarios, los medios de comunicación, pero especialmente los impresos, tuvieron que forzar al máximo sus músculos financieros, antes y después del descabellado sabotaje. La ayuda externa no era distribuida equitativamente. No obstante, la televisión, la radio y la telefonía celular sacaron excelente provecho a la mensajería de texto.


Petkoff, movido por su instinto judío, mostró un alto sentido de la “justicia monetaria”. Verbigracia de los sacrificios a que fue sometido el personal de Tal Cual durante el paro, levantado en febrero de 2003, se vio obligado a reducir el número de páginas, los salarios, el tiraje y, desde luego, la nómina.


Teodoro sigue adelante con su desmejorada gacetilla. A raíz del fallecimiento de Neumann y la adquisición de The Daily Journal por parte de Janett Kelly, Tal Cual mudó sus oficinas a Los Palos Grandes. Esto complica su operación técnica, porque continúa utilizando los servicios de Impresiones Newsprinter C.A, empresa propietaria de la rotativa que fue del Diario de Caracas. La sede de la imprenta continúa en Boleíta Norte, en el edificio donde nació Tal Cual, esto los obliga a cerrar la edición más temprano y, por ende, a que las informaciones de última hora queden por fuera. Mal síntoma para un vespertino. Mediante los consejos y asesorías del ministro designado por Carmona para Cordiplan, León Arismendi, Editorial La Mosca Analfabeta firmó una convención colectiva con sus periodistas. Esto para evitar una nueva raya frente al gremio periodístico.



José "Goyo" Salazar, eterno secrtetario
del SNTP y la FIP, facilitó a Petkoff un facsímil
de Convención Colectiva de muy bajo costo
 El contrato avalado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa prevé HCM, Derecho de Autor, cesta ticket (aún no es petrolero), utilidades en diciembre y dos salarios mínimos como sueldo básico. Cálculos propios nos indican que esto sumado a los costos de impresión, flete de distribución, costos de oficinas, equipos de computación, líneas telefónicas, producción y mantenimiento de la página web, vehículos y gastos ocultos, Tal Cual genera a Petkoff desembolsos promedios de 1,2 millardos de bolívares al mes. Es decir, la misma cifra invertida para su lanzamiento.


Eso está muy bien. Y nos alegra por los periodistas. El caso es que Tal Cual, según un análisis morfológico de sus páginas, nos muestra que la relación porcentual entre redacción y publicidad es verdaderamente espantosa desde el punto de vista comercial. Se trata de un medio con seis años en el mercado editorial, que aún no alcanza el umbral de rentabilidad. Es decir, de su superficie impresa, sólo 15% corresponde a publicidad. Y de ese 15%, 80% son avisos de la banca. Y en muchos casos, se trata de intercambios o paquetes tarifarios con descuentos inusuales.


Quizá eso explique porque Teddy salió corriendo a solicitar un amparo constitucional en la Corte de Apelaciones contra la decisión del juez sexto de control, Florencio Silano, que prohibió a los medios difundir actas procesales del caso Anderson e información sobre el llamado "testigo clave". El presidente de La Mosca Analfabeta se sumó a la campaña de Globovisión para enturbiar la supuesta autoría intelectual del banquero Mezherane. Río revuelto, ganancia de pescadores.


Sinteticemos: Tal Cual surgió como respuesta de Teodoro Petkoff a la Cadena Capriles y a las necesidades políticas y de contar con una fachada para lavar fondos, una vez despedido de la dirección de El Mundo, medio impreso que casi logra quebrar el antiguo ministro de Caldera.


Como somos partidarios de dar al César lo que es suyo, debemos admitir que Petkoff logró incrementar la circulación de El Mundo al inicio de su gestión gracias a una mentira: un titular referido a que Chávez aumentaría en 60% el sueldo de los militares. El Presidente respondió airado, mostrando la primera página de ese diario con un titular escandaloso a 8 columnas (es formato estándar, no tabloide como Tal Cual) que decía textualmente "¿Qué vaina es esta?". La publicidad que le hizo Chávez incrementó enormemente las ventas, pero el efecto fue efímero.



Enrique Ochoa Antich, hermano
del ex ministro de la Defensa de CAP,
es considerado el fans número uno
de las vagabunderías de Teodoro Petkoff
 La gente dejó de leerlo, pues no había nada digno de leerse. Lo transformó en el medio para que escribieran sus amigos, jalabolas enamorados y aliados políticos (para la gente que conoce los nombres y filiaciones, les diremos que en El Mundo, el mismo día, escribían, que recordemos, Luis Manuel Esculpi, Enrique Ochoa Antich, Víctor Hugo D'Paola, Armando León, Mayita Acosta –la mujer del anterior-, Rafael MacQuae, Simón García y otros que seguramente olvidamos).




No era ya un diario con tendencia o con información sesgada, sino el vespertino de Teodoro y combo. Con razón la gente dejó de leerlo. Además, incrementó brutalmente los gastos. El Mundo tenía 32 fotógrafos y más de 100 redactores, para un diario de 20 páginas, es decir, cada redactor en promedio podía publicar algo así como dos cuartillas semanales. Había, además, jefes de sección para política, economía, deportes, internacional, espectáculos, cultura, sucesos. El personal cobraba quizá los sueldos más altos de la prensa venezolana. Esto sumado a la hiperquinesia de su lengua y a la cacería tendida por Alfredo Peña y Tulio Álvarez, le costó el despido.


Entonces, Tal Cual lo fundó Teodoro, repetimos, tras su despido de El Mundo.
Se desconoce la forma exacta de cómo inyecta el dinero, pero nunca ha sido con patrimonio o herencia de Hans Neumann ni de los 63 accionistas de La Mosca Analfabeta.

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